Giraluna

jueves, 13 de febrero de 2025

 


Y menos mal que se resistió, porque a día de hoy, el clásico de Margaret Wise Brown y Clement Hurd lleva vendidos más de 16 millones de ejemplares en todo el mundo.

"Buenas noches, luna" (Corimbo) podría encabezar perfectamente la lista de los libros infantiles más prestados por la Biblioteca Pública de Nueva York, pero algo se cruzó en su camino a la hora de obtener esta máxima distinción, la crítica poco favorable de la entonces responsable de las compras de la sección infantil, Anne Carroll Moore.


(Foto: New York Public Library, 1941)

Moore era toda una institución en el universo de la literatura infantil norteamericana y su listas de selección de títulos bajo el sello de la NYPL podía determinar el éxito o el fracaso las nuevas publicaciones.

Tal era su poder que los bibliotecarios de todo el país seguían sus preferencias y si ella no compraba determinado título, ellos tampoco.

De gustos conservadores y fiel admiradora de Beatrix Potter, Moore chocó con la nueva ola progresista que se asomaba a la literatura infantil y más concretamente con la escuela cooperativa para maestros en formación Bank Street, donde Margaret Wise Brown se matriculó en 1935.

En 1947 cuando se publicó "Buenas noches, Luna", la crítica que provenía de la NYPL lo tildó de "un álbum ilustrado insoportablemente sentimental" y eso influyó en el destino del libro que en 1951 estuvo a punto de desaparecer debido a su descenso en ventas.

Brown falleció en 1952 a causa de una complicación en una operación durante un viaje a Francia y no pudo ver cómo Buenas noches, luna resurgió gracias a la aparición de la primeras cadenas de librerías y a la adquisición finalmente de bibliotecarios para sus lectores. En 1972, en su 25 Aniversario, "Buenas noches, Luna" se acercó a las 100.000 copias vendidas.


(Foto: The New Yorker)

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